Amigos hoy hablaremos de la educación en estos tiempos y es
que hace poco mi esposa me contó de un artículo que escribió nuestro pediatra
acerca de la competencia inherente que tenemos los papás en cuanto a querer que
nuestros hijos sean los mejores y los primeros en todo, lo cual produce niños
estresados.
Me pareció importante esto del “slow parenting” o paternidad
lenta, ya que en efecto conozco casos de niños con padres modernos que cada vez
tienen menos tiempo para sus hijos pero les exigen igual o más que si
estuvieran con ellos de forma constante, generando a los niños inseguridad y
miedo a la vez que tienen problemas para socializar y se tornan agresivos y
poco pacientes por las altas expectativas que tienen de ellos y las reprimendas
que se ganan al no cumplirlas.
Desde mi punto de vista creo que, si bien, podemos darle a
nuestros hijos buen ejemplo y bases éticas y hasta influenciarlos con nuestros
gustos, tenemos que respetar los tiempos de cada niño, los gustos y sus
espacios incluso.
En cuanto a los estudios, por lo menos aquí en México se
califica en base a la aprobación de un examen que denota el conocimiento
aprendido aplicado a todos los niños en general sin importar las aptitudes.
Para la educación básica esto está bien ya que todos tendrán una base y tronco
común, pero conforme crecen los niños van desarrollando aptitudes que les
ayudan en determinadas áreas, sin embargo las escuelas ofrecen pocas
oportunidades de desarrollar las habilidades natas y aptitudes en esas áreas
cortando con una obligación de aprender cosas que no les servirán y que no
podrán usar incluso en su vida diaria y que por lo tanto el conocimiento útil
para cada persona va siendo menor y desmotiva al alumno, que sin embargo, debe
comprobar que tiene ese conocimiento si desea superar ese nivel de estudio.
Me quedo muy grabada la frase que no recuerdo el autor: No puedes evaluar a un elefante por su habilidad de trepar árboles.
Como papá creo que no puedo cambiar directamente el proceso
educativo en mi país pero, por otro lado, puedo identificar las aptitudes de mi
hijo y proporcionarle herramientas que le ayuden a desarrollarlas al mismo
tiempo que le dotamos de valores éticos que en conjunto formaran su carácter y
le servirán para desarrollarse como una entidad social funcional. Aparte de no
esperar que tu hijo sea el mejor de la clase y que sea el que está en la
escolta, el equipo de fut, la banda de guerra, el club de teatro, las clases de
karate y natación, violín y demasiados etcéteras que pudiéramos agregar.
Es
bueno que el niño tenga actividades extra curriculares que le dejen liberar
energía, como el deporte, pero saturarlos de actividades que a lo mejor ni le
gustan o atraen es nuestro error como papás y lo empeoramos al tener las más
altas expectativas de nuestros pequeños en cada actividad que desarrollan más
aparte los estudios, ellos tendrán habilidades que les ayuden a destacar en lo
que ellos gusten y quieran sin necesidad de que los presionemos, debemos hacer
a un lado la Estúpida competencia entre padres para demostrar que tu hijo es
mejor que los demás y permitirle ser el mismo y hacer lo que le guste, dejarlo
probar diferentes opciones para que encuentre lo que le atraiga y para lo que
tenga aptitudes, esto sin desesperarnos dándole espacio y libertad porque eso
aparte de la autoconfianza hará un niño paciente, confiado y sobre todo feliz y
son estrés.
Compartir intereses con tus hijos y que les gusten te abren
oportunidades increíbles de asegurar una excelente relación y momentos
inolvidables y felices, no solo en juegos o deportes si no también en lugares,
y programas, juguetes etcétera.
Despacio, paso a paso para que en determinado momento tu hijo
despegue y ambos con una gran sonrisa agradecerán esa paciencia y amor que les
dimos para llegar a hacer lo que quieren y aman.
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Nos leemos pronto.
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