Amigos de nuevo por aquí
una gran disculpa por la ausencia de la semana pasada pero la vida da vueltas y
si no te sujetas te tira y de eso quiero hablarles el día de hoy.
Muchos enfrentamos problemas todos los días y nuestro
carácter y educación determinará la forma en los enfrentemos, pero muchas veces
esos problemas nos abruman y nos superan, otras de plano nos derrumban y
dejamos a nuestros hijos en medio de tantas cosas que en muchas ocasiones ellos
ni siquiera entienden o son capaces de comprender.
He visto de cerca los divorcios de personas cercanas a mí y
admiro mucho la fortaleza que tienen ambos padres para sobrellevar la pérdida
sentimental y el duelo y sensación de fracaso que conlleva toda la situación y
aun así ver por sus hijos antes de por sí mismos, lamentablemente en el proceso
de esa madurez y crecimiento el menor tiene algunas cicatrices de las peleas
entre sus padres y pudiendo generarle algunos traumas o miedos en relación a
las relaciones de pareja.
Las discusiones son normales entre las parejas y si alguien
te presume que nunca ha peleado con su pareja esa relación estallará pronto y
los resultados no serán agradables. El NO estar de acuerdo es algo que vemos
los seres humanos todos los días y que sentimos muchas veces en relación a
nuestra vida, status y leyes, lo que no es común, por lo menos para los
pequeños es tu reacción a estos inconvenientes, mirar que algo está pasando a
lo que alguno de sus padres reaccionan de manera furiosa o violenta le llama
profundamente la atención porque aparte es una reacción fácil de copiar y de
dejar salir, el carácter fuerte se suelta y deja escapar el incontrolable deseo
de mandar todo al demonio o ponerse violento.
Esto es muy importante porque las esponjitas que son las
mentes de nuestros hijos absorben cada cosa que está a su alrededor y el
ejemplo que damos con nuestro comportamiento ya que las palabras tal vez no
sean entendibles para ellos, por ello la tolerancia y la acción que mostremos,
así como la modulación de nuestro carácter deben ser previstas la mayoría de
las veces, busquemos hacernos conscientes de lo que hacemos por bien de
nuestros hijos.
No quiero que interpreten esto como un "No dejar salir
las emociones" Lo que intento explicar es que al salir esas emociones le
transmitimos algo a nuestros hijos por lo que necesitamos saber que están
recibiendo de nuestra parte y la interpretación que ellos le dan, que si no es
correcta, tenemos la obligación de aclarar y corregir esa percepción para
evitar problemas.
Así que si hay peleas y discusiones debemos hablar, no solo
con nuestra pareja para arreglar los problemas, sino también con nuestros hijos
para que sepan que pasa, nunca hablando mal de tu pareja, solo haciéndole ver
que tuvieron un problema y discutieron porque no están de acuerdo y resolviendo
preguntas y dudas que puedan tener los niños.
Difícil ¿no? Realmente eso de ser papá, ser humano, pareja y
una buena persona no es pan comido, pero dicen que lo que vale la pena cuesta
mucho trabajo, entonces hagamos nuestro mayor esfuerzo y demos buenos ejemplos
y comuniquémonos con nuestros hijos para que ellos tengan las bases y un camino
más sencillo para lograr ser buenos padres, parejas, personas y seres humanos.
Espero les haya gustado y compartan este su blog de
confianza, no olvides seguirme en Facebook como El Diario de Papá Oso, nos
leemos pronto.
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