Amigos una gran disculpa por la
ausencia prolongada, y es que el motivo de que no haya posteado nada es el
mismo por el cual comencé este blog: Mi Hijo.
En días pasados tuvo una fuerte
infección viral lo que le causaba fiebre y escurrimiento así como los síntomas de
un resfriado fuerte y tos que casi le sacaba los pulmones por ello fue
necesario dejarlo en casa y que reposara lo más posible, pero no hablaré de
esto en particular si no de esa sensación de impotencia que sientes como papá
al verlo en el estado deplorable que lo tenía la enfermedad y sentirte inútil.
Esta sensación creo que como
papás o la mayoría la sacamos en forma de enojo o molestia, muchas veces no
canalizamos adecuadamente nuestros sentimientos y terminamos haciéndole daño a
nuestros seres queridos principalmente a
nuestros hijos.
En mi caso creo ser paciente, no
quiere decir que no explote pero tengo un grado aceptable de tolerancia, a
final de cuentas mi vida profesional se ha desarrollado en la atención de
personas, pero cuando las circunstancias salen de tus manos y no puedes más que
ser un observador mientras los acontecimientos siguen es desesperante,
acostumbrado a resolver y ejecutar rápido y efectivo el no poder hacer más allá
da una frustración tremenda, sumado al carácter de un niño de casi 2 años que
grita y llora cuando se siente mal, sumado a que tu pareja no puede ayudarte
por más circunstancias adversas, realmente fue un caos para su servidor.
Amo con todo mi ser a mi hijo,
pero la paciencia a veces escapa de tus límites y terminas gritando y manoteando
y después que “burst” de genio pasa, te sientes más culpable que la asesina de
Selena, lo confieso en esos días le grite y me enojé mucho con mi hijo, al
final me di cuenta que este tipo de situaciones son debidas a la ignorancia de
mi parte: 1.- No puedo comprender la manera como se siente el niño porque aún
no habla del todo claro y solo emite algunas palabras. 2.- No sé qué reacción
tiene el medicamente en él porque todo organismo es diferente. 3.-No conozco la
psicología o técnicas correctas para solucionar una situación.
En resumen lo que nos falta a los
padres que hemos afrontado estas situaciones es conocimiento, pero claro, nadie
sabe que necesitamos ese conocimiento hasta que lo enfrentamos de forma
directa, así que si tu papá que lees esto y aún no has experimentado la
frustración de lidiar con un bebé enfermo te recomiendo que acudas a tu
pediatra, algún psicólogo o alguien con la experiencia para darte un consejo
créeme que lo agradecerás ya que es de las experiencias de ser papá que más
miedo genera, incluso a nivel personal les puedo decir que dude de mi papel de
padre y es que el niño pedía a gritos a mamá y en mi mente ya cansada y sin
respuestas solo surgió la duda de si
estaba siendo un buen padre o si no tenía la capacidad para cuidar a mi hijo,
claro que ahora que ya está bien sé que esto no es así y que nadie nace
sabiendo ser papá pero no está por demás que nos instruyamos y conozcamos
algunos tips para aplicar en momentos de desesperación, sería bueno que se
pudiera hacer algo así como un manual de contingencia para papás, suena bien y
tal vez lo investigue para compartírselos.
Agradezco su paciencia para su
servidor y ahora si estaré posteando como es debido, saludos y nos leemos
pronto.
Comentarios
Publicar un comentario