Amigos ya estamos en diciembre y
las fiestas se empiezan a ver por todos lados, regalos, borracheras, gastos y más
gastos, no es que lo critique del todo o que sea el “Grinch” que no gusta de la
navidad y estas fechas, lo que pasa es que tenemos el deber de identificar,
sobre todo cuando tenemos hijos pequeños, que estas fechas no todo es material.
Desde niño las fiestas navideñas
y de fin de año eran esperadísimas porque nos reuniríamos con los primos y los
tíos, pero sobre todo con los abuelos, significaba jugar todo el día, comer
delicioso y platicar y aprender cosas nuevas, a grandes rasgos, convivir con
toda la familia y reencontrarnos con todos.
Creo fundamental que nuestra
obligación como padres es hacerles sentir esto a nuestros hijos, hacerles saber
que son fechas especiales y que pasamos con la familia. Más allá de las
creencias religiosas y que cada quién tomará y seguirá a su modo, las
oportunidades de estar con la familia completa y disfrutarla, son pocas y se
deben aprovechar al máximo. Tanto los pequeños como nosotros debemos sentirnos
felices de cerrar un año más y cerrarlo de la mejor forma que es con nuestra
gente reunida.
Socializar a través de la familia
es la mejor forma de que los niños desplieguen sus habilidades sociales y
aprendan cosas nuevas, ojo, no siempre son buenas ya que cada niño es diferente
y si alguna actitud le llama la atención, la absorberá para usarla no obstante
a sus padres no les parezca, por ello debemos estar al pendiente y siempre,
siempre supervisarlos aunque a rededor solo haya personas de toda la confianza.
El punto que quiero señalar es
que los valores de estar en familia están perdidos hoy en día, lo que más se
espera son los festejos desmedidos, con alcohol y excesos, los regalos costosos
y la presunción de los mismo. Santa Claus muchas veces trae regalos en exceso
porque tiene el deseo de darle todo cuanto desea ese niño porque lo adora y lo
ama, pero con ello está provocando que el niño carezca de metas, sea flojo,
etc. Nosotros debemos ayudarle también a Santa durante el año dándole metas a
los pequeños, lograr calificaciones buenas no lo es todo, honestamente yo sería
el peor ejemplo en ese sentido, lo importante es saber que le gusta al niño,
hacerlo participar, darle una tarea en la que pueda desempeñarse, dominar y al
mismo tiempo hacerse de una habilidad para su vida futura y que al final de ese
aprendizaje y meta podemos premiar con algo especial de lo que él desea, con
ello ayudamos a la estabilidad de su ética y autoconfianza, valores básicos
para cualquier ser humano.
Como pueden ver las fiestas de
fin de año no solo son regalos, fiestas religiosas y excesos, son oportunidades
para que nuestros hijos aprendan el valor de la familia y establezcan la misma
como un valor esencial en su vida y al evaluarla como tal, tenga un sentido de
felicidad y pertenencia dentro de su núcleo básico social y disfrute más allá
de obtener regalos.
No sé si piensen como yo pero
creo que la familia es lo más importante en nuestras vidas, ningún bien
material te regresará un momento con tus seres queridos, ni ningún trabajo te
pagará lo suficiente para compensar el tiempo que no pasas con tus hijos, mucho
menos te pagan por tu salud, el estrés y las mal pasadas que uno hace a veces
durante el trabajo demeritan tu salud que al cabo de un tiempo pasará factura y
te arrepentirás de no haber usado ese tiempo para estar con tu gente y no acabándote
el hígado haciendo corajes o desesperado y destruyendo tus nervios en una
oficina o escritorio o donde sea que trabajes. Los sacrificios se hacen cuando
valen la pena y eso lo sé, solo hay que valorar muy bien lo que nos ponen
frente a los ojos que aparenta ser oro y brilla bastante.
Amigos que tengas unas felices
fiestas, un abrazo de oso a todos y nos leemos pronto.
Excelente!!!
ResponderEliminar