Amigos de regreso con el blog hoy
trataré algo que en lo personal es lo más frustrante y difícil de sobreponerse
como papás.
Hace un par de días mi hijo comió
acelgas, algo que su estómago no alcanzó a digerir y que le causo mucho dolor y
fiebre, los síntomas comenzaron con el incremento en su temperatura hasta tener
39.2 grados, comenzamos dándole Tempra que es de los medicamentos más comunes
para la fiebre, esto no tuvo resultado porque no bajaba y el niño se quejaba
mucho en un rictus de dolor y desesperación, lo cual a ti como padre te hace
desesperar y angustiarte al máximo, ya estábamos por meterlo a bañar para bajar
la fiebre cuando por fin vomitó y nos dimos cuenta que arrojó las acelgas completas
lo cual claramente indica que no pudo digerirlas, no sé si porque aun su estómago
no está lo suficientemente maduro o por alguna otra circunstancia, de cualquier
forma para nosotros fue angustiante y muy difícil.
Afortunadamente nuestro hijo
después de vomitar 3 veces sacó todo lo que tenía y le causaba daño a su
estómago, la fiebre cedió y pudo dormir el resto de la noche tranquilo sin
mostrar más malestar.
La experiencia te deja exhausto
con sentimientos confusos, frustración, tristeza, impotencia y hasta coraje, el
ver a tus hijos enfermos y como en nuestro caso, no pueden aún comunicarse eficazmente
para decirnos que es lo que pasa, te confunde y solo buscas una salida,
recurres a tu familia pero a distancia es difícil que te puedan ayudar, estas
como decía mi abuela “como rata en incendio” sin saber para donde correr, sin
saber que darle, como cargarlo, como calmarlo, como reaccionar y creo que es
una de las experiencias más difíciles como padres primerizos, someter a tu
mente y cuerpo a la idea de que tu pequeño está sufriendo y no saber cómo
remediarlo, como ayudarlo en general y solo poder esperar a que los
medicamentos hagan efecto es lo más desesperante que he pasado en mi vida.
Recomendaciones que les dejo en mi
experiencia, traten de estar lo más tranquilos posibles, transmitirle
desesperación y miedo al pequeño no ayuda en lo más mínimo, tener el teléfono de
tu pediatra, para muchos es difícil incomodarlos porque no estás en consulta,
pero si tu médico te da el celular es para estos casos, así que llámalo,
recurre a gente con experiencia, tus padres, tus hermanos, tus amigos que ya
tengan niños, no busques en Google no hay nada que certifique que lo que
encuentres ahí va a funcionar, eso déjalo para después, cuando todo haya pasado
investiga y aprende los síntomas y lo que pueda ser de ayuda, busca artículos
de médicos, no de grupos o páginas ya
que esto no valida la información. No auto mediques al niño, si tu pediatra no
te recomendó el medicamento, NO se lo des, no sabes si puede causarle más
daño. Háblale con todo el cariño y amor
que puedas, tu hijo debe sentirse seguro porque no sabe tampoco lo que pasa y
busca en ti la seguridad de que todo estará bien, si tu transmites inseguridad
el niño entra en pánico y tu junto con él, la paciencia y la calma deben reinar
aunque por dentro estés en el Rush de encontrar que sucede.
Quienes tienen más hijos pueden
decirme que soy exagerado y que no pasa nada, que lo que nos pasó es algo
común, pero ¿Quién experimenta en cabeza ajena? Hasta no vivirlo no puedes
hablar si es o no lo correcto, o lo bueno, o exageración, etc. No critiques a
la gente que actúa con desesperación y recuerda que tú también tuviste una
primera vez siendo papá, el respeto es algo que todos debemos mantener.
Si estás en algún grupo de papás
o mamás está bien compartir tu experiencia, pero recuerda siempre que antes de
hacer cualquier sugerencia consulten a su pediatra, los expertos por algo lo
son y por eso estudiaron y por eso cobran, por lo que saben.
Espero puedan contarme sus
experiencias y nos leemos pronto.
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