Amigos, Papá Oso no se ha
ido, apenas estamos empezando y aunque
los cambios han estado a la orden del día por estos rumbos y continuarán, la
idea es seguir y continuar de la mejor manera este su blog de confianza.
Aunque siempre les escribo sobre
cosas que vivo como papá y de mi opinión personal, hoy les platicaré algo un
poco diferente, fuera de mi papel de papá soy un amante de lo gráfico, dibujo y
pinto desde niño y eso me ha dado un extra de creatividad en mis diferentes
trabajos a lo largo de mi carrera profesional, incluso cuando este trabajo no
es relacionado con este tema. Se los cuento porque hace relativamente poco me
encontré con la situación de que a mi hijo en la guardería lo ponen a dibujar
junto a sus compañeros y amigos, esto es algo bastante normal y hasta
obligatorio para el buen desarrollo motriz y psicológico de los niños, les
ayuda a representar lo que ven y lo que viven, encausa energía y los ayuda a comprender
conceptos complicados para su edad, sobre todo estoy muy de acuerdo con que los
ayuda a expresarse.
Un sinfín de ocasiones he
escuchado a personas que cuando ven mi trabajo me dicen “quisiera dibujar la
mitad de bien que tu” lo cual tomo como un cumplido y me impulsa a seguir
mejorando, porque la enseñanza más valiosa que me dejaron mis abuelos es que “jamás
dejes de aprender” bajo la premisa de
que nadie tiene toda la verdad, hay siempre que buscar más conocimiento. Todos,
absolutamente todos sabemos dibujar, cuando niños somos impulsados a hacerlo y
muchas veces le tomamos bastante gusto, has que algún papá o mamá, cuando
crecemos y seguimos dibujando, nos dice que si seguimos con eso nos vamos a
morir de hambre, culturalmente en latino américa el ser un artista gráfico es
mal visto mientras no tengas renombre, porque cuando trasciendes esa barrera de ser un completo desconocido a
despuntar en lo que haces, eres la persona más talentosa y afortunada del
mundo.
Es muy triste que gente con el
talento se pierda por cuestionamientos de origen social como este, “dibujar no
da para comer” pues si no lo capitalizas claro que no deja, como cualquier otra
actividad, por ello les digo como papá y por experiencia que no desalienten a
sus hijos, al contrario, si ven que se inclinan por una actividad apóyenlo,
muchas veces a través de ese dibujo o escultura de plastilina el niño nos está
tratando de decir algo que con palabras no puede, o representando los miedos
que le gustaría le ayudara alguien a superar, no coartemos esta iniciativa,
tampoco hay que forzarlo a hacerlo, no porque metan a estudiar violín a su hijo
le van a exigir que sea Paganini o Mozart en el piano, que tal si le gusta la
batería, o la flauta o la guitarra, dejarlos escoger y experimentar en el
ámbito artístico es importante para que ellos decidan como expresarse y en cual
desarrollarse, la inteligencia no necesariamente quiere decir que seas un genio
matemático o un erudito en física cuántica o un astrónomo impresionante, la
inteligencia también se halla en el arte, las proporciones, la perspectiva y
las tonalidades hablan de una inteligencia muy importante y una percepción
privilegiada.
En mi caso nunca he dejado de
hacer lo que amo aunque por propios medios y ahora busco terminar de
capitalizarlo, si mi hijo en determinado momento gusta de algo de lo que yo
desarrollo con todo el gusto, alegría y amor compartiré mi poco conocimiento,
si decide por otra rama artística o resulta un matemático destacado y alejado
de mi conocimiento con el mismo amor y dedicación seguiré su trayecto con
orgullo. No con esto quiero decir que si no hace lo mismo que yo no lo apoyaré,
por el contrario, quiero que pruebe todo lo que quiera para encontrar lo que
ame y quiera hacer por el resto de su vida, apoyaré su camino con lo que yo
pueda y el me permita, guiar a un hijo no es bajarlo del árbol para que no se
caiga, es ayudarle a poner escalones para lograr subir o ponerle la mano para
ayudarlo a lograr su meta.
Con esto quiero que, aparte de
que me gustaría que la sociedad cambiara la idea estúpida de que el artista es
un muerto de hambre, se les meta en la cabeza la idea de apoyar el desarrollo
creativo de sus hijos, demostrar orgullo y no un simple “Ah ok” cuando te hacen
de la nada una carta o un dibujo, interesarnos en ello es fomentar la
comunicación y el lazo afectivo con nuestro pequeños, con esto ellos se sentirán
no solo apoyados si no también queridos y apreciados, tomados en cuenta.
Espero hayan tenido unas felices
fiestas y que tengamos todos un excelente año 2018, den a sus hijos lo
necesario entre disciplina y amor para hacerlos magníficos seres humanos, nos
leemos pronto.
PERSIGUE TUS SUEÑOS.
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