Que tal amigos bienvenidos a este
su blog de confianza, en esta ocasión les traigo algo sobre el cambio en tu vida
después de tener hijos.
Ya sabemos de antemano que tener
hijos no es cualquier aventura que podamos contar después en una reunión, es
una transformación completa de tu vida para bien si así lo quieres, esto nos
hace voltear atrás, mirar y evaluar tus acciones y los hechos de tu vida
previa, saber si eres capaz de sobre llevar las consecuencias de tus actos y
salir adelante para convertirte en el guía que necesitan tus hijos.
Puede ser fuerte y hasta cierto
punto angustiante, en mi caso si lo ha sido en algunos momentos, porque te
enfrentas a algo más fuerte que todo tu ser, más fuerte que tu voluntad y tu
propio ser. Esto causa miedos, inseguridades e inacción por lo cual debemos ser
conscientes de nuestras limitantes, ser humildes y buscar prepararnos lo más
posible para enfrentar este reto.
Buscar información suele ser
complicado ya que hoy las redes nos dan infinidad de datos algunos
contrapuestos, lo que hace que nuestras dudas crezcan, esta desinformación nos
puede acarrear problemas siempre, por lo que en cuestiones de salud SIEMPRE
debemos acudir a los expertos: los Médicos.
Cuando las cosas no sean de
riesgo podemos aplicar nuestro criterio, decidir si lo que estamos leyendo o
consultando puede sernos de utilidad o no, caso frecuente es el uso de la
tecnología, como ustedes ya lo han visto, desde mi punto de vista hasta los 12
años un niño no debe tener un Smartphone o Tablet, el que sean hábiles con sus
uso no quiere decir que sean genios, ni los hacen más inteligentes, estos
gadgets están hechos para que cualquiera con el mínimo conocimiento de los
mismos pueda llegar a utilizarlos, usarlos prioritariamente los deja sin la
oportunidad de acceder a mucho de lo que su imaginación y creatividad les podría
ofrecer, desarrollar su ingenio no se lleva con el uso de tecnología que
facilite su vida, afrontar retos y superarlos hace que los niños crezcan con
confianza.
Esto es parte de ese reto que nos
ofrece el título de “papá” saber balancear lo bueno y lo malo para que nuestros
hijos tengan acceso a sus propias experiencias, saber ser un guía y no solo un
proveedor y protector para ellos, mucho menos imponer nuestra voluntad, ellos
tienen intelecto y debemos ayudarlos a desarrollarlos, permitirles equivocarse
y aprender de sus errores, no sentenciarlos por cualquier cosa, dejarlos
aprender y superarse.
El cambio en un papá es más que
gastar mucho y paciencia, es saber que hay alguien que te observa con
admiración y que observa tus actos, que no te juzga a la primera y que piensa
que eres increíble, es ser un apoyo para tu pareja, alguien en quien confiar y
que comparte los miedos y los aprendizajes, eres el canal por el cual tu pareja
puede saber si es o no buena siendo mamá y de igual manera recibir
retroalimentación de ella para saber si tu estás haciendo bien.
Somos un gran núcleo de proceso y
de crecimiento para nuestros hijos, pasar la información y enseñar va más allá
de mostrarles el mundo, no basta que les pagues las vacaciones para conocer el
mar, debes enseñarles cuando divertido, interesante y peligroso puede ser, no
basta con que les muestres la nieve, debes enseñarle las consecuencias de no
saber estar en ese terreno y clima, somos unos ángeles de la guarda para
nuestros hijos, nuestro título de papá ha cambiado al de guardianes del
crecimiento, auxiliares de aprendizaje, maestros de experiencia, cada cosa que
les compartas a tus hijos debe ser una experiencia completa, tomando tu tiempo
para dárselas, en capítulos, tomos, sesiones como tu gustes, no te hundas en la
depresión, la ansiedad o la preocupación, hay que moverse y actuar, así son las
mamás por instinto y es lo mejor que podemos copiarles.
Espero les guste esta gran
reflexión y pueden platicarme cómo han cambiado sus vidas desde que son papás,
nos leemos pronto.
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