Que tal amigos, estamos con
ustedes de nuevo para platicarles más sobre lo que es ser un papá oso, en este
post les quiero contar que hace unos días alguien publicó en las redes algo que
movió mi conciencia.
Definitivamente el ser padre y
convertirte en papá te cambia la vida para siempre, pones atención a detalles
que antes pasaban desapercibidos para ti, tu corazón es más sensible a cosas
que antes no te causaban impresión, tus miedos crecen, pueden salir
inseguridades que antes ni siquiera concebías, tu paciencia se desarrolla increíblemente,
tu sueño es alterado hasta el fin de tus días, muchos más etcéteras.
Esto viene a colación porque el
post mencionado decía que los solteros viven mejor que los casados porque no
tienen que cambiar pañales, ni soportar llantos, ni pagar por todo eso; lo que
yo les puedo decir es que en efecto, para la perspectiva de un tipo soltero y
sin hijos es mejor y acepto que frecuentemente extrañas cosas que solías hacer
de soltero o de recién casado, el punto no es ese, dado que solo estamos
observando los puntos “malos” o “molestos” de tener un hijo, el punto es que no
puedes hablar de algo sin haberlo experimentado, cosa que frecuentemente
argumentan la pseudofeministas en sus discursos anti hombres, no puedes saber
si la muralla de china es realmente larga si nunca la has visitado, puedes
leer, puedes investigar, pero si no has vivido la experiencia no puedes tener
una opinión de facto.
Por el otro extremo quienes
tenemos hijos también estuvimos solteros entonces tenemos la experiencia para
saber comparar, porque cuando las cosas negativas salen a relucir, claro es
mejor estar soltero sin responsabilidades, pero porque ese otro extremo
negativo de tener hijos; no me mal interpreten, digo negativo por así se le
quiere ver, no porque yo lo considere así. No cambiaría el momento de mirar a
los ojos por primera vez a mi hijo por ninguna aventura o borrachera que haya
pasado de soltero, no puedo olvidar la primera vez que escuche sus carcajadas,
mirar sus ojos limpios, mirar como da su primer paso sin ayuda, darle de comer,
jugar con él, caminar con él, mostrarle el mundo, cantar, verlo sonreír, etc. Todas
estas son experiencias positivas de tener un hijo que un soltero jamás podrá
sentir o imaginar hasta que tenga el propio.
Para mí ha sido lo más hermoso y
gratificante de mi vida, tuve que esperar y aunque ya no tengo la misma energía
que tendría a los 30 años creo que ha sido la edad perfecta para tenerlo,
porque puedo darle más sabiduría que la que tenía a los 30, puedo hablar con más
experiencia que más joven. Ser padre es un más que un simple estatus, es como
un nombramiento que te da derecho a ser algo más importante que un hombre
cualquiera, implica una gran, gran responsabilidad ya que tus pasos allanan el
camino de tu hijo, quien se fijará en ellos para hacer su propio camino.
Criar un hijo no es para los
débiles, debes de tener no solo paciencia y estómago, también hay que tener
fuerza, corazón, valentía, empeño, amor, sabiduría y entrega porque darles los
juguetes más caros y meterlos a las mejores escuelas no te hace un buen padre,
lo que te hace un papá ejemplar es que tu hijo proyecte la seguridad y
autoestima que tiene y que adquirió a través de sus padres, que sepa respetar y
que no arregle las cosas a golpes porque sí, que defienda sus ideas y que
abogue por lo que considere justo para los demás también.
Ser papá es como un título
universitario, te has graduado de tu propia vida y ahora tienes la responsabilidad
de construir los cimientos de una vida nueva.
Es por todo esto que nadie sabe
lo que es ser padre hasta no tener un hijo propio y hacerse responsable de él,
que nadie sin conocimiento de causa tiene derecho a criticarte, nadie sin la
experiencia que te dan tus hijos puede hablar mal de tu función, que nadie
sobaje tu labor de papá porque eso es más que un simple nombramiento es un
privilegio.
Gracias a todos por su lectura y los
espero en la próxima entrada, nos leemos pronto.
Comentarios
Publicar un comentario