Amigos de nuevo con ustedes el
Papá Oso favorito de las redes, OK estoy exagerando pero espero que si lees
esto aunque no sea tu favorito te divierta y ayude algo en tu aventura como
papá.
Hace unos días coloqué en nuestra
página de Facebook un link donde una Psicóloga infantil nos habla de la
importancia y consecuencias del uso no moderado de los “Smartphones” y tabletas
en nuestros hijos, sacando en resumen que no es adecuado su uso por niños
menores de 3 años.
Como ya les había platicado este
tema me preocupa bastante, porque, no me dejarán mentir, nosotros mismos somos esclavos y dependientes
de estos aparatos tecnológicos, dando un ejemplo de uso continuo y dependencia
a nuestro hijos, quienes como buenos niños, curiosos y alertas, buscan saber
que miramos o que hacemos con la vista clavada en el teléfono o la Tablet.
Yo en lo personal lucho con esta
dependencia, siempre he sido adicto a los “gadgets” y ahora con el bebé me
implica un reto el jugar con él y dejar el celular a un lado para poner el 100%
de mi atención en el niño.
Como adultos muchas veces pensamos
que los asuntos y cosas que hace o dice nuestro pequeño no es de vital
importancia, y tal vez para nosotros no lo sea pero para el niño si, por lo
cual recurren a otras artimañas para llamar nuestra atención. Al no verse
atendidos por los padres que solo miran su teléfono móvil pueden empezar a
tener actitudes agresivas o a llorar mucho más seguido, incluso a enojarse más
seguido ya que no canalizan de forma eficiente su frustración. Esto es solo si
nosotros usamos el dispositivo frente a ellos ahora veremos qué pasa cuando a
ellos les toca estar frente a las pantallas.
El niño aprende a usar el
teléfono o tableta y se clava ahí un buen rato hasta dominar la actividad
¡bien! No es que sea un genio, los dispositivos están hechos para facilitar su
uso, y el niño estará buscando más funciones, más cosas que aprender a hacer en
el teléfono, tanto que llegará un momento en que se sumergirá en la pantalla y
no sabrá de nada mas, sobre todo si lo usamos como un paliativo ante los
berrinches, una niñera cuando queremos que esté quieto, o peor, un sustituto
cuando los padres no pueden hacerse cargo de él.
Sé que es fácil y que a veces es una herramienta que tenemos a
la mano, pero no es bueno, les deja menos tiempo de juego físico, no les
permite socializar adecuadamente y resta la convivencia fuera del mundo
virtual, lo cual en paralelo trae un riesgo en las redes sobre todo, no sabes quién
se está comunicando con tu hijo, todo esto es la génesis de lo que hoy llamamos
déficit de atención entre otras enfermedades, lo que las nuevas generaciones
piden a gritos es atención y son capaces de muchas tonterías con tal de
obtenerlas, con tanta información disponible en el internet solo dios sabrá a
que cosas puedan acceder. Por ello queridos amigos la atención para nuestros
peques es vital y muy importante, deja tu celular cargando o la Tablet en la
mesa y siéntate en el piso a hacerle cariños, a cantar o abrazarlo, eso, créanme,
es invaluable para ellos y generará muchos bellos recuerdos para ambos.
Les platico una experiencia
reciente, fuimos invitados por unos amigos a una celebración de los niños,
había el área grande para los pequeños con un par de inflables y otras cosas,
me fue grato estar con mi hijo viendo correr a los chiquillos, brincando y
saltando por todos lados, comiendo dulces y gritando sin parar, eso para mí era
una fiesta cuando era niño, la mayoría de los niños estaba ahí disfrutando al
aire libre lo cual me dio mucho gusto, hasta que vimos una niña de unos 8 o 9
años sentada en un extremo del patio de juegos agachada como si estuviera
llorando, mi hijo al verla me la señalo y dijo “tiste” (triste) a lo cual le
afirme que si estaba triste pero al acercarnos nos dimos cuenta que lo que no
estaba agachada porque llorara, sino porque tenía el celular entre sus piernas
cruzadas y así tapaba la luz de la pantalla. Ahí estuvo esa pequeña por lo
menos 2 horas, hasta que una mujer, quien supongo era su mamá o familiar de
ella la levantó y le dijo que se pusiera a jugar, la niña regreso a su mesa
pero no soltó el teléfono, después de un rato llegó a su mesa alguien más con
otra niña de su misma edad y por más que le hizo platica no logró sacarla de la
pantalla, así que mejor se fue a jugar con otras niñas.
Esto me dejó en claro exactamente
todo lo que dice el video que les mencioné al inicio, de verdad no echemos por
la borda esto y hagamos un esfuerzo en evitarlo y darles a nuestros hijos la
oportunidad de disfrutar su niñez como nosotros disfrutamos la nuestra.
Cuídense mucho y nos leemos
pronto.
Tienes razón en que es muy importante ser cuidadoso en este tema. Y los primeros años del peque son cruciales para definir su posición ante los aparatos electrónicos. El poner límites considero que es primordial. De hecho me parece innecesario el uso de aparatos electrónicos en los pequeños...
ResponderEliminarNo se decir a que edad sería conveniente que inicien el uso de los aparatos, pero cuando comienzan a hacerlo desde la primera vez instalar un horario, un limite de tiempo en el uso...
Lamentablemente muchos papás con el afán de tener tiempo de otras cosas, hacer sus actividades, le dan libertad a sus hijos, no ponen horarios, y les dejan las tablets u otras cosas sin limites para que se entretengan y "no molesten" y ya mayorcitos cuando se sale de control, quieren prohibir, limitar y ya es demasiado tarde... ya no les interesa la convivencia o terminan los adolescentes diciendo "es que no hay nada que hacer" y viene el berrinche por que no les dejan usar su preciado aparato.
Puedo platicarte, que mi hijo creció sin tablet, sin consola. Desde que el era un bebe me hice de la colección de dvd de baby einstein, y sus primeras palabras fueron gracias a esos videos y tarjetas con imágenes. Compraba yo compulsivamente cuentos de esos de hoja gruesa para niños pequeños y se convirtió en un amante de la lectura. En familia hicimos el hábito de los juegos de mesa, los rompecabezas... y desde que era un bebe cuando tenia comidas, salida al café u otro lugar, en vez de darle una tablet, le daba un cuento o una hoja para dibujar y le enseñé a interactuar y escuchar las conversaciones. Creo que eso es básico y en mis tiempos de niña fue lo que me enseñaron. Cuando le regalaron un wii a los 8 años, solo le permitía una hora diaria. Nunca fue problema pues ni siquiera lo pedía diariamente. Desarrollo hasta la fecha una gran adicción a la lectura, al ajedrez y al cine. Aprendió el uso de la computadora e internet para la escuela y el mismo se instaló limites para diversión. Hoy tiene 14 años, y no sabes la traquilidad que da el verlo libre de la dependencia electrónica y que el mismo reconozca y añore vivir en la época que vivimos nosotros donde la diversión era otra.
En resumen, esta en nosotros como papás el darles esa independencia electrónica y desarrollarles el gusto por otras cosas, así como tu gusto por el arte y la música.
Saludos!!!