Tenía que escribir una segunda parte ya que la primera
entrada que hice sobre el tema tuvo bastante éxito y varias opiniones.
Las mascotas son muy queridas por algunos y odiadas por muchos, las circunstancias y los caracteres de las personas hacen a la familia
propensos o ignorantes de ello o de plano les es indiferente el tema, en
nuestro caso somos PRO mascotas, sobre todo PRO perros.
Los gatos aunque son bonitos salen totalmente de nuestro
pensamiento debido a que mi esposa es alérgica y sin embargo tuvo de niña 2
gatitos que le produjeron la alergia, no los odiamos pero por esa razón salen
de la ecuación familiar, por otra parte yo crecí siempre con perros, si conviví
con gatos pero lo ariscos e independientes y difíciles de enseñar los hace poco
deseables para tener como mascotas de mi parte.
Desde que estamos juntos mi esposa y yo tuvimos la idea de seguir
teniendo perros, nuestras familias aún tienen, bajo esa premisa llegó Bono
nuestro bóxer hoy de casi 5 años, yo toda mi vida tuve y me crie con perros,
siempre tuve perros grandes, pastor alemán, bóxer, rottweiler, pastor inglés,
etc. Me gustan porque son inteligentes y son seres que exudan cariño, cuando
tienes un perro bien educado, no importa el tamaño, tienes un gran compañero y
un amor incondicional, esto implica conocer las necesidades específicas de la
raza y las necesidades del animalito, créanme que no incluye estar toda su vida
en una azotea.
Con el paso de los años y la diaria convivencia adquirí un
sentido de percepción con los animales que me permite establecer relación hasta
con los más bravos, no quiero decir que sea como cesar Millan, el aprendió
técnicas y la verdad de él es que más que encantar perros, es el encantador de
dueños, ya que quien se corrige es el dueño del perro y por consecuencia el animalito.
Con mi experiencia pude educar varios excelente perros
cuando viví con mis padres, entre ellos destaca el pastor alemán llamado Slash,
lo crie como el perro que todo niño quiere, atento, inteligente, juguetón y
cariñoso, me acompañaba a todos lados, dormía conmigo y me cuidaba, yo ya no
era un niño, pero yo siempre quise un pero educado para mí, cuando creció me
demostré a mí mismo y a mi familia que podía educar un perro para que tuviera un comportamiento
adecuado y fuera obediente y cariñoso.
Por eso cuando me casé y mi esposa también quiso un perrito
y se enamoró de Lola la bóxer que tienen mis papás y que yo crie, conseguimos
un bóxer de gran línea y belleza, parecido a lo que nosotros habíamos visto en
videos y fotografías, llegó Bono y mi tarea era superarme como entrenador y
educador de perros.
Mi principal meta era hacer a nuestro perro sociable con
todos, humano y animal, batallé mucho pero lo logré, también quería que fuera
un perro que mi esposa pudiera tomar y llevarlo a donde ella quisiera, y también
lo logré.
Cuando llegó mi hijo el reto de tener un perro y un bebe fue
el reto más grande para una pareja amante de los perros, y es que como criamos
a Bono de la mejor manera era un integrante más de la familia, integrar a un
bebé era algo a lo que jamás me había enfrentado. Antes había introducido
perritos nuevos a la manada con buenos resultados, pero este cachorro humano no
tenía idea, leí, tenía esa preocupación de tener un perro apto y bueno para mi
hijo, el problema principal para mi eran los celos y la falta de atención que
sufriría el perro y las consecuencias de lo mismo.
Ya convencido de que ningún libro me ayudaría dejé que mi
experiencia y mis instintos me guiaran, increíblemente logré que hoy en día un
año después de que se presentara el reto, mi hijo y “su” perro convivan bien y
se quieran, el perro estuvo siempre desde que llegó el bebé, tuvo nuevas reglas
y nuevos retos de aprendizaje, pero siempre fue parte de todo y hoy es el mejor
amigo de mi hijo y quien lo cuida, pronostico que se adorarán por el resto de
sus vidas.
Como ven es importante que tú seas un buen dueño para tener
un perro, es una responsabilidad grande, es como un auto, si lo usas bien te
servirá mucho, si lo usas mal puede dañarte bastante, tener un perro no es un
capricho, es una decisión importante, si tus hijos quieren uno ten en cuenta
que un gran espacio no es suficiente, necesitan más que cariño, comida y espacio, considera que un perro puede
ayudarte muchísimo con la educación de tu hijo, ya que puede hacerse
responsable de lo que le pase a la mascota, no tengas perro si tus hijos son
muy pequeños, para que crezcan juntos, eso es contraproducente porque descuidaras
al perro para tener a tu hijo y el perro puede no portarse bien con el niño y
no sería justo deshacerse de él porque tu cometiste un error.
Para todo hay tiempo y el niño debe tener edad para empezar
a responsabilizarse del perro y aprender que si no se atiende tiene
consecuencias, por el lado positivo puede tener el mejor compañero y amigo que
pueda buscar en su vida.
Si gustan puedo darles algunos consejos y tips para poderles
dar un perrito a sus hijos.
Cuéntenme que experiencia han tenido con sus hijos y
mascotas, nos leemos pronto.
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