La cuna es un elemento indispensable e inherente al bebé, desde que nace hasta los 4 años
aproximadamente.
Los latinos, principalmente los mexicanos, somos mucho de considerar
esto una camita para el niño y pasamos por alto las medidas de seguridad, para
dar paso a la estética, priorizando el color y la forma sobre las medidas necesarias
para la salud del bebé.
En Europa, según he leído,
existen cunas con etiqueta de grado de calidad y seguridad, donde asumen que el niño no pueda brincar los
barandales o sacar la cabeza entre los barrotes, teniendo colchones firmes en
donde el niño no se hunda, que tenga patas regulables para ajustar la altura y
no agacharnos tanto y pasado el tiempo evitar que el niño cuando intente salir
no sufra una caída aparatosa.
Una cuna inadecuada puede causar muchas cosas a nuestros
bebés y lo peor de todo, la muerte por asfixia. No obstante solemos escoger la
camita con forma de X juguete “porque está bonita y es para niño/a” o porque
tiene el color que combina con su recamara, o porque yo tuve una igual.
No importa si la cuna para tu bebé es de reciente
adquisición o una herencia que pasa de generación en generación, debes de tener
en consideración todo esto que ya mencioné más las indicaciones que te dé el
pediatra.
Nosotros no tenemos una cuna con certificaciones, sin
embargo y arriesgándome a equivocarme consideramos algunas cosas, es una cama
que tiene un cambiador con altura recomendable para evitar el desgaste de los
papás a la hora de cambiar al bebé, tienen barrotes firmes para evitar que el
niño pueda zafarlos o quitarlos, el colchón es firme y evita el hundimiento del
niño, las colchas permiten una libre exploración del bebé, lo que si nos falló
fue la apertura entre los barrotes, que permiten que el niño saque las piernas
por ahí, esto fue realmente una pasada por alto, considerando que nuestra cuna
está planeada para que dure más allá de
los 4 años del niño, ya que tienen barandales desmontables y el cambiador se
transforma en una cajonera, eso lo escogimos por el gasto que implica comprar
en menos de 4 años una recamara nueva, no dudo que hay quien tiene la capacidad
económica de hacerlo incluso por año, pero en nuestro caso si optamos por esa
cama que extiende su vida útil con el niño, porque nadie nos dijo que tener hijos también es caro.
Como papá que participa bastante en la educación y cuidado del niño, puedo decir que es cómodo
tener una cuna así, como lo dije antes, por economía, pero también lo es para
los padres, pues resulta que nosotros también cabemos un poco en la cuna, lo
cual nos facilita estar con el bebé y participar de sus juegos. El cambiador es
una verdadera maravilla, la altura hace que sea fácil cambiar al bebe, pero eso
sí, también es un riesgo la caída, porque ya que empiezan a tener movimiento
independiente una vuelta puede convertirse en una culpa que no nos gustaría
tener jamás, quien más agradece la altura del cambiador es mi espalda, ya que
hace años cuidando a mi abuelo me lesioné por lo que no tengo tanta resistencia
como antes en la posición agachado.
Espero que les haya gustado nuestro post de hoy y
platíquenme como son las cunas de sus hijos y que pueden presumir de tenerlas y
porque, será interesante que la comunidad nos compartiera porque escogieron esa
cuna para sus bebés; saludos y nos leemos pronto.
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